Recuerdo inolvidable


Con Juan Antonio Cebrián tuve el placer de compartir varios programas de radio en la mítica La Rosa de los Vientos...
Recuerdo la primera vez que nos vimos. Llegaba yo a la emisora para ser entrevistado sobre la hipnosis a través del Dr. Fernando Jiménez del Oso. Al entrar en el estudio me dieron la sorprendente noticia de que Juan Antonio no estaba en condiciones de realizar el programa, una tremenda infección de garganta, faringitis o algo así se lo impedía. Llegué hasta él, me lo presentaron... y francamente estaba mal. Contrariado y pensando que la entrevista y el programa mismo no lo podría llevar a cabo.

Un amigo (Guillermo Martínez) psicólogo que venía conmigo me dijo: "¡Hazle una hipnosis profunda y sánale de ese problema!”
Le miré sorprendido... Bueno, resumo. Juan Antonio se prestó a ser hipnotizado, a los pocos minutos empezó a sudar copiosamente... jamás he visto una camisa tan empapada en sudor como la de Juan Antonio a medida que se desarrollaba la inducción con la fraseología y sugestiones hipnóticas apropiadas.
"Y a través de ese sudor... vas sacando de tu cuerpo todo malestar... toda tensión... tus cuerdas vocales flexibles... liberando ese malestar... exhalando... limpiando... tu cuerpo lleno de energía... llevas esa luz respirada... hacia esa zona de tu cuerpo necesitada de una sanación... energía... especial...".
Al rato, ¿media hora o poco más?, Juan Antonio se va recuperando. Silvia, su esposa, le cambia de camisa por una seca y confortable. Él casi no se lo cree. Al rato toma el control del micrófono, inicia la entrevista y en varias fases de la misma hace mención a la inducción: cuenta cómo se encontraba al inicio y cómo se estaba recuperando, dándome las gracias.
Como se puede comprender, esta experiencia vivida con Juan Antonio Cebrián para mí es inolvidable. Luego tuve ocasión de ser entrevistado varias veces más por él y su equipo... inolvidables recuerdos.
Tengo un profundo sentimiento de admiración y respeto por este hombre excepcional, como ser humano y como periodista. Allí donde estés y con quien estés, querido Juan Antonio, que Dios, el Universo o tu Gran Corazón te acompañe...
Hasta pronto amigo. Un abrazo enorme y mi agradecimiento a su esposa Silvia Casasola por las atenciones dispensadas cada vez que visité la emisora de Onda Cero.

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