La hipnosis es una práctica clínica. Un método que algunos profesionales de la salud realizan como coadyuvante de sus métodos psicológicos propios, sobre todo de la metodología cognitiva-conductual.
Se podrían mencionar una larga lista de problemas psicosomáticos en donde los pacientes recibirían —reciben— un gran beneficio del tratamiento con la hipnosis.
El planteamiento que algunos psicólogos hacen sobre la hipnosis relativo a no considerarla una terapia en sí misma, es erróneo.
Es evidente —cualquier profesional de la terapia, yo mismo, podemos demostrarlo—, que es posible hablar con toda realidad experimental y, sobre todo, experiencial, acerca de un proceso concatenado de técnicas de trance y estrategias en PNL; unidas magistralmente en un proceso terapéutico constituyen todo un PROTOCOLO DE HIPNOTERAPIA, válido, eficaz y eficiente.
Este verano, en un curso intensivo que impartiré el 3,4 y 5 de julio, realizaremos y comprobaremos esto que escribo aquí. La experiencia hipnótica es muy válida de cara a los exámenes y situaciones donde las personas se ven sometidos a altas dosis de estrés y su consiguiente cuadro de ansiedad —reducir ese nivel de ansiedad, generar confianza o elevar su nivel de autoestima, por ejemplo—.
Los consiguientes anclajes asociativos con experiencias pasadas de éxito y control en las materias de estudio (exámenes) son parte del proceso que el HIPNOTERAPEUTA desarrolla y enseña a su "alumno" de cara al evento para que pueda acceder a él (exámen) con el mayor control y seguridad en sí mismo. Por supuesto deberá haberlo estudiado y desarrollado con la metodología apropiada en las llamadas "técnicas de estudio".
No hay comentarios:
Publicar un comentario