Leonard Cohen y los mitos de la hipnosis

Voy a hacer un paréntesis en la serie de entradas de este blog referidas a la regresión hipnótica. El otro día leí una entrevista al cantante canadiense Leonard Cohen. Y la cito porque me pareció el ejemplo perfecto de las máscaras con que suele aparecer la hipnosis ante la opinión pública.
Me refiero a esas falsas creencias de que se puede hipnotizar en contra de la voluntad del sujeto y obligarle a realizar actos que no aceptaría en estado de consciencia habitual.
En esa entrevista a Cohen, hay un párrafo que dice exactamente:

Un capítulo clave explica el origen de la obsesión sexual de esta especie de donjuán irredento. En su primera adolescencia, Leonard desarrolla un notable interés por la hipnosis. Compra un librito de bolsillo sobre hipnotismo y descubre que posee un talento natural para tales procedimientos. Tras un éxito inmediato con animales domésticos elige a la criada de la familia como objetivo. Siguiendo sus instrucciones, la joven se sienta en el sofá Chesterfield. Leonard le indicó entonces que se desnudara. «¡Qué gran momento debió de representar para el adolescente Leonard exclama Simmons en el libro aquella acertada fusión de sabiduría arcana y deseo sexual! Sin embargo, cuando vio que le costaba despertarla, Leonard sintió pánico. Le aterrorizaba que su madre llegara a casa y los pillara, aunque cabe imaginar que eso solo habría vuelto aún más exquisitamente leonardcoheniana aquella mezcla embriagadora de sensaciones al añadirle cierto sentimiento de inminente fatalidad, desesperación y pérdida».

¿Qué os parece?
El amigo Cohen busca cualquier disculpa para aprovecharse de su criada… la cual, seguramente, estaba tan deseosa como él de encontrar esa disculpa.
Y en ese juego de justificaciones, ambos llegan al absurdo de aparentar que ella no es capaz de salir del trance.
Sinceramente, no me creo nada de esta historia.
Creo que los dos deseaban llegar a ese punto en el que ella se desnudó, pero como podía ser una acción susceptible de ser censurada o castigada, la hipnosis se convirtió en un juego perfecto para intentar esquivar la culpa que les iba a generar.
Es falso igualmente que antes hubiera podido hipnotizar a animales, porque no se puede hipnotizar a quien no tiene inteligencia racional, esa inteligencia que, dicen, es privativa del ser humano.
En fin, que este tipo de historias son las que permiten mantener los mitos y mentiras sobre la hipnosis.
Mitos y mentiras que tanto daño hacen a los que usamos esta fantástica herramienta para realizar terapia.

4 comentarios:

  1. Absolutamente de acuerdo con tu opinión.
    Abrazo y gracias.
    Luis Pomar.

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  2. Totalmente de acuerto: la hipnosis es una herramienta que es ofrecida al paciente, y que éste utiliza si así lo decide, ni más ni menos que cualquier otra herramienta terapeutica.

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    1. ¡Cuántos mitos y cuántas mentiras! La hipnosis debe ser, sobre todo, una herramienta terapéutica.
      Gracias.

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