HIPNOSIS. Clase magistral de inducción al trance



PEDAGOGÍA NECESARIA
Clase magistral de inducción hipnótica extraída del Curso de Hipnosis y Regresiones (usos en psicoterapia).
Centro Antakarana de Valencia. Junio 2017.


Nunca conviene olvidar el poder poder evocador y potenciador de los usos metafóricos en la hipnosis. Son una parte sustancial del trance y la terapia. Es preciso dejar fuera los arcaicos tópicos. 
“En el transcurso del trance hipnótico no te vas a dormir, sino que vas a despertar a un tipo de conciencia más elevada y profunda, tu mente alcanza más lucidez y tu pensamiento se vuelve más creativo”.
Guilligan
La tarea del estudio, exploración y puesta en práctica de la técnica hipnótica, o sea, el trance generativo, es la tarea de poder sembrar a modo de semillas las fértiles ideas y formas de pensar distintas, ilusionantes y de perspectiva diferente. Todo encaminado a un cambio en los paradigmas mentales limitantes y limitadores, tanto del paciente como del terapeuta mismo. 
El mal terapeuta que usa siempre la misma técnica y las mismas palabras se retrata en su pobreza de recursos para una psicoterapia creativa y adaptable a cada problema, momento y situación, es decir, a la idiosincrasia individual de cada persona. Un terapeuta o aspirante a serlo debe expandir su gozo creativo al inicio de cada oportunidad para seguir creciendo, ya que al acompañar en el proceso desarrollativo a su cliente le acompaña también en su búsqueda: crecer en ese proceso conjuntamente compartido. Qué equivocado está el psicoterapeuta que cree fantasiosamente que él está sano y su paciente es el enfermo. Muchas veces, demasiadas, realmente en esa relación con el paciente el verdaderamente necesitado de una nueva orientación bio-psico-socio-espiritual es el psicoterapeuta mismo. Se necesita, para adentrarnos en un rango serio y “científico” de metodología y amplitud de miras, un psicoterapeuta con un amplio abanico de técnicas y recursos experienciales, o sea, algo propio más allá de haber memorizado mecánicamente un método frio, inerte, vacío de contenido. 
El terapeuta debe afrontar esa inmersión en un océano de emociones, imágenes, ideas y recuerdos y hasta sensaciones de la experiencia evocada, a través de la cual se pretende sanar al individuo y compartir con él el gozo de contemplar conjuntamente el fruto saciador de necesidades y estados de plenitud; en un cambio de los esquemas mentales limitadores y limitantes de vivir condicionante del paciente. Gracias a él, el médico que sana es sanado. 
Estamos hablando de una lección magistral de hipnosis clásica y Ericksoniana. Se potencia y se pone en primer plano las potencialidades de la mente inconsciente fuente de recursos y creatividad. Ese inconsciente sabio y autónomo donde hay fuerzas que intentan curarnos y sanarnos, ese amigo y aliado donde reside la verdadera sabiduría e intuición. En este patrón hipnótico, mostrado fase por fase, se ofrece un conjunto completo de herramientas sencillas y básicas para aprender a manejar la fraseología indicada según los objetivos que se pretenden alcanzar. Lo que el maestro llamaba “… sembrar semillas y despertar la expectación y gozo intenso de ver que colores y aromas nos brindan al florecer”… son mensajes dirigidos a la mente profunda, eficiente y versátil. Se modela todo el conjunto en una amplitud de recursos integradores y actualizadores del potencial generativo del trance hipnótico. 
La integración, la repetición del elemento amplificador del trance, se enfoca a experimentar la transformación generativa que, en palabras de Gilligan, constituye el sistema terapéutico que nos brinda acceso a los distintos fragmentos de nuestra personalidad y que, por medio de la aceptación creativa y comprometida individual, permite al individuo renacer integrándose en su evolución personal. Es un compromiso consigo mismo compartido durante un tiempo con el terapeuta, compañero de ese viaje apasionante hacia el sí mismo mutuo. Gracias a mis “alumnos-maestros” del curso de Antakarana de Valencia por todo lo que me han aportado al compartir conmigo esta maravillosa técnica de cambio y desarrollo personal que es el trance generativo. O sea, la sempiterna hipnosis. Don Pedro, director del centro, lo ha posibilitado y encima me invitó a un apetitoso cafetito. ¿Qué más puedo pedir?” Horacio Ruiz, hipnoterapeuta

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