Empiezo a estar ya muy cansado de tener que defenderme de este tipo de ataques, pero ya que se me ha citado por mi nombre y apellidos y se ha utilizado mi material audiovisual, me veo en la obligación de ofrecer mis explicaciones.
En ese programa se me hace hace publicidad y me da cierto valor al confrontar lo que digo con el método científico que el psicólogo Luis Miguel Arenillas mantiene.
Este psicólogo argumenta algunos aspectos según su creencia de lo que es científico. Yo explico cosas y fenómenos desde una visión transpersonal, sostenida por decenas de psicólogos también oficiales.
En el programa me reconoce psicólogo oficial como él…
¡¡Dios me libre de caer en las manos de la Universidad de Psicología!!
Tengo que enterarme de en qué universidad estudié como psicólogo porque no me acuerdo.
Pero me da cierta autoridad, ya que me reconoce como psicólogo oficial partidario de lo transpersonal, parapsicológico, etcétera, y él se sitúa en el campo de lo oficial que rechaza todo fenómeno anómalo.
Me resulta simpático, interesante. Somos como dos autoridades: uno escéptico-científico y el otro, o sea yo, investigador y partidario de experiencias transpersonales.
Lo importante para mí, es que lo hace con respeto y argumentaciones. Además, como ya he indicado más arriba, utiliza material de mi documental La mirada interior y supongo que lo habrá visto.
Me satisface saber que un representante de los colegiados andaluces estudia o ve al menos mi documental sobre la hipnosis y derivados.
Seamos serios. Yo soy un investigador de la psique humana. La mía primero. Sé que apenas sé un poco de la misma. Sé que el conocimiento psicológico de uno mismo y dejar de ser autómatas y criaturas inconscientes es casi, casi imposible. Sé que somos un gran Iceberg que, de siete partes, tiene seis sumergidas en el mar del inconsciente. Sé que me moriré casi tan mecánico e inconsciente como nací. Sé que todo pasa, vanidad de vanidades. La muerte es la verdad e iguala a todos por igual. No siempre me controlo ni tengo paz en mi corazón, ni sosiego en mi mente. Sé que soy un simple artesano en el arte –para mí lo es– de la hipnosis terapéutica y, sin embargo, me falta casi todo por aprender. Sé que para el señor Arenillas estos conceptos no tienen nada que ver con la Psicologia y sus constructos mentales. Si yo digo que la Psicología es el arte del auto-conocimiento, él dirá que eso no es tema de estudio de la Psicología científica. Yo sé que es básico, ¿para qué discutir? Yo diré que si no permite el auto-conocimiento no es Psicologia. Será otra cosa, no sé qué, pero no será Psicologia.
Sé que él señor Arenillas y otros psicólogos como el señor Antonio Capafont no son científicos. Ellos sueñan que lo son, pero no. Porque no, no es científico negar una parte del conocimiento universal contenido en ciencias milenarias, como el budismo o el yoga. Yo defiendo el conocimiento y bases culturales, filosóficas y empíricas –lo que se lleva a la práctica– aportado por la psicología budista o zen.
Pero estos psicólogos están tan lejos de este aspecto experiencial, que insistir en ello es como hablarle a un chino en euskera. En fin, idiomas distintos. Sé que están convencidos de su concepción de la ciencia. Creo que lo mejor podría ser, si es que fuera posible, que le invitara al señor Arenillas a un cafetito para discutir sobre Psicología. Sé que yo tendría razón. Sé que él tendría razón. ¿Paradógico? Tal vez. El que sabe de Psicología me entiende perfectamente. Utilizando la misma palabra, Psicología, estaríamos hablando de cosa distintas.
Para que juzguéis con vuestro propio razonamiento, os dejo el primero de los vídeos sobre La Mirada Interior.
Seamos serios. Yo soy un investigador de la psique humana. La mía primero. Sé que apenas sé un poco de la misma. Sé que el conocimiento psicológico de uno mismo y dejar de ser autómatas y criaturas inconscientes es casi, casi imposible. Sé que somos un gran Iceberg que, de siete partes, tiene seis sumergidas en el mar del inconsciente. Sé que me moriré casi tan mecánico e inconsciente como nací. Sé que todo pasa, vanidad de vanidades. La muerte es la verdad e iguala a todos por igual. No siempre me controlo ni tengo paz en mi corazón, ni sosiego en mi mente. Sé que soy un simple artesano en el arte –para mí lo es– de la hipnosis terapéutica y, sin embargo, me falta casi todo por aprender. Sé que para el señor Arenillas estos conceptos no tienen nada que ver con la Psicologia y sus constructos mentales. Si yo digo que la Psicología es el arte del auto-conocimiento, él dirá que eso no es tema de estudio de la Psicología científica. Yo sé que es básico, ¿para qué discutir? Yo diré que si no permite el auto-conocimiento no es Psicologia. Será otra cosa, no sé qué, pero no será Psicologia.
Sé que él señor Arenillas y otros psicólogos como el señor Antonio Capafont no son científicos. Ellos sueñan que lo son, pero no. Porque no, no es científico negar una parte del conocimiento universal contenido en ciencias milenarias, como el budismo o el yoga. Yo defiendo el conocimiento y bases culturales, filosóficas y empíricas –lo que se lleva a la práctica– aportado por la psicología budista o zen.
Pero estos psicólogos están tan lejos de este aspecto experiencial, que insistir en ello es como hablarle a un chino en euskera. En fin, idiomas distintos. Sé que están convencidos de su concepción de la ciencia. Creo que lo mejor podría ser, si es que fuera posible, que le invitara al señor Arenillas a un cafetito para discutir sobre Psicología. Sé que yo tendría razón. Sé que él tendría razón. ¿Paradógico? Tal vez. El que sabe de Psicología me entiende perfectamente. Utilizando la misma palabra, Psicología, estaríamos hablando de cosa distintas.
Para que juzguéis con vuestro propio razonamiento, os dejo el primero de los vídeos sobre La Mirada Interior.
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