Sobre la reencarnación (V)


(Continúa de anterior entrada en este blog).
Una encuesta realizada por la agencia Gallup en los años ochenta reveló que cada vez eran más los norteamericanos que creían en la reencarnación. Concretamente, uno de cada cuatro.
En Gran Bretaña, encuestas realizadas por un periódico conservador como el Sunday Telegraph mostró que cada vez son más también las masas populares que aumentan su creencia en que reencarnamos, idea que va creciendo en las últimas décadas (del 18% al 28 % en un plazo de diez años).

La “ciencia” parece ir por detrás de lo que la gente piensa y cree. Los psicólogos, que deberían comandar estas nuevas experiencias que para una gran mayoría de seres humanos son de significado trascendental, miran para otro lado. Esconden sus miedos y su incapacidad para explorar en tan espinoso terreno con la manida frase de: “eso no está demostrado por la ciencia”. Dicen que eso no es terreno científico y siempre me acuerdo de lo que el Dr. Fernando Jiménez del Oso me solía decir:
“Todos los fenómenos, cualquier fenómeno no conocido o explicado, entra en el terreno de investigación de la ciencia. Todo fenómeno entra dentro de la categoría de científico a la hora de ser investigado. El que no es científico es el investigador que se niega, por prejuicios o por miedo, a tratar de clarificar lo que ocurre detrás de cada fenómeno con la disculpa de que eso no es científico. Todo fenómeno es objeto de la ciencia. Nada está fuera de la investigación científica”.
Hace unos años Antena 3 TV me pidió realizar una regresión hipnótica a vidas pasadas. Una amiga mía se prestó voluntaria para realizar dicha experiencia ante las cámaras televisivas. Recuerdo que cuando el locutor preguntó a algunos invitados al programa qué opinaban de dicha experiencia, un psiquiatra contestó, en tono un tanto despectivo: “Eso no está demostrado por la ciencia, lo rechazo totalmente”. Curiosamente, este mismo personaje ahora deambula por ahí en un programa de “ciencias ocultas y misterios” investigando cuestiones como las psicofonías. Como le pagan unos buenos euros por sus intervenciones televisivas, parece que, ahora sí, estos temas encajan en la “ciencia”.
Se necesitan profesionales serios que aborden con honestidad el modo de acercarse a las cuestiones relativas a este aspecto de la psique humana: la reencarnación. Son muchos (relativamente), los clínicos que vienen investigando en las últimas décadas este campo que tanta trascendencia tiene en la vida de todo ser humano. Es cierto que algunos investigadores van superando el escepticismo y, al igual que en la clásica física de Newton, se ven superados por las nuevas investigaciones. La experiencia de vidas pasadas es algo evidente aunque no demostrable. El ilustre físico Max Planck hizo una vez el siguiente comentario que podría muy bien aplicarse al progreso de las creencias de la reencarnación:
“Una nueva verdad científica no triunfa convenciendo a sus adversarios y haciéndoles ver la verdad, sino que se impone a raíz de la muerte de esos adversarios y al surgir una nueva generación ya familiarizada con ella”.
Algunos, adelantándose en el tiempo, se aventuran en pronosticar que tal vez estemos ante una reevaluación de lo que es la personalidad humana. Nada debe quedar fuera de la investigación científica. La regresión tampoco.

Ya sabéis, os espero a todos en septiembre en el Taller Intensivo de Regresiones a Vidas Pasadas y sus Usos Terapéuticos. 4, 5 y 6 de septiembre en Albacete.


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